CHETUMAL, 30 de agosto.- El senador José Luis Pech Várguez confía en que tanto los diputados federales de la LXV Legislatura, como los empresarios turísticos de Quintana Roo, entenderán que la reforma que propuso, y ya fue aprobada por el Senado de la República, para garantizar el uso y goce libre de las playas del país, es un acto de justicia que además traerá beneficios a las zonas costeras de México, en especial, a las que tienen una vocación turística.

Al responder a las críticas que han expuesto empresarios del sector turístico y algunos ambientalistas a la iniciativa que él presentó para reformar la Ley General de Bienes Nacionales, con la que se busca dar mayor espacio para el uso público de las playas del país -al reducir en 10 metros el área correspondiente a la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat)-, el legislador quintanarroense aseguró que tal medida no generará ninguno de los efectos negativos que señalan los detractores de la reforma.

Explicó que aquellos que tienen en este momento concesiones para el uso de la Zofemat, que les permite usar esas áreas de las playas para brindar diversos servicios, especialmente turísticos, podrán mantener esas concesiones hasta que concluya el plazo que les hayan otorgado las autoridades federales correspondientes.

Recordó que esto es así, debido a que ninguna ley es retroactiva y, por tanto, quienes tienen actualmente concesiones en las playas del país, las mantendrán conforme a lo que dicta la ley vigente, y sólo hasta que se les venza, ya tendrían que renovar sus concesiones con base en el nuevo marco legal.

De la misma forma, descartó Pech Várguez que la reforma, que por cierto fue aprobada por una amplia mayoría en el Senado de la República, vaya a reducir los ingresos que se capten por el cobro de uso de la Zofemat y que tampoco la medida significará un deterioro de las playas por falta de vigilancia y de limpieza generadas por esa supuesta disminución de ingresos.

Expuso que en el estudio que hizo para sustentar la iniciativa de reforma que presentó, hizo una evaluación del costo-beneficio de las concesiones de la Zofemat y descubrió que con la renta de sólo tres días y medio de camastros en las playas más rentable del país, como son las de Quintana Roo, se podría cubrir el monto total de un año de concesión.

«Esto significa, señaló el senador, que las tarifas que se cobran por el uso de las playas es muy bajo y al reducirse a la mitad el espacio de la Zofemat, como lo plantea la reforma, los ingresos no tendrían por que disminuir si se realiza una retabulacion razonable de las tarifas que se cobran por estas concesion cuidando no afectar sustancialmente a las empresas «.

Explicó que el origen del problema fue haber creado la Zofemat con una superficie tan reducida, de tan sólo 20 metros, cuando en otros países, como España, Uruguay, Brasil y Costa Rica, sus playas públicas son muy amplias e incluso cuentan con calles o carreteras que las dividen de los hoteles o residencias.

Precisó que se reunirá con los diputados federales de la Legislatura que acaba de entrar en funciones, para explicarles los alcances y beneficios de la reforma que impulsa, la cual, en términos generales, no es otra cosa que darle sustente legal a lo que marca la Construcción de los Estados Unidos Mexicanos, de que las playas son de todos, es decir, el que por primera vez se establezca lo que es la playa pública en México.