• Aquel que tenga oídos, que oiga. Él es Alejandro Armenta, senador de Morena, y fue elegido este miércoles como el nuevo presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República en lugar de Olga Sánchez Cordero.

Su historia es una parábola bíblica.

Hace apenas 10 años Armenta era un fifí neoliberal que se corrompía por algunos denarios y en las calles de Jerusalén se vanagloriaba de apoyar a Peña Nieto, un sacerdote fariseo, en la cruzada contra el socialismo celestial de Amlo.

Pero un día Alejandro, en su camino a Tabasco, encontró al profeta del platanar que estaba tragándose unas tlayudas con harta salsa. “Por qué me persigues?”, preguntó el rabí. “Porque tu socialismo es de izquierda y sabe a pueblo”, respondió Armenta.

“Conoces el sabor del pueblo?”, preguntó de nuevo la Sagrada Macana de Tepetitán, y sin esperar contestación le extendió una tlayuda. “Comed!”, le ordenó, “que este manjar es carne de mi carne”. Armenta, subyugado por el Divino Verbo, comió y sintió en las arterias la formación de los depósitos grasos que conducen a la Vida Eterna. Creyó.

Fue así como el poblano halló la redención y la gracia a los ojos del santuario que alimenta la lujuria de Lord Molécula.

Que la paz sea con vosotros.

Publicado por Bestiómetro