CIUDAD DE MÉXICO.
En diez meses, autoridades mexicanas atendieron a 16 mil menores de edad, connacionales y extranjeros, que viajaban solos y fueron repatriados por autoridades de Estados Unidos.
De acuerdo con datos del Tercer Informe de Gobierno, del 1 de septiembre de 2020 al 30 de junio de 2021, la red de protección consular de la Cancillería apoyó a diez mil 317 niños y adolescentes no acompañados que fueron retornados a nuestro país desde EU.
En tanto, entre septiembre de 2020 y mayo de 2021, autoridades migratorias mexicanas atendieron a 15 mil 491 menores de edad extranjeros que fueron repatriados por el gobierno estadunidense. De ellos, nueve mil 862 viajaban acompañados y cinco mil 629 viajaban sin compañía, con lo que el número total de menores de edad que fueron repatriados solos asciende a 15 mil 946, un promedio de 52.8 al día.
El Informe destaca que las 13 representaciones consulares de México ubicadas en la frontera sur de Estados Unidos verifican que no sean vulnerados los derechos de los menores no acompañados aprehendidos por las autoridades migratorias. En los casos en que se han llevado a cabo repatriaciones, los consulados se han coordinado con el Instituto Nacional de Migración y con los Sistemas DIF para garantizar un retorno seguro.
En total, en el marco de los Arreglos Locales de Repatriación, del 1 de septiembre de 2020 al 31 de mayo de 2021, se recibieron 130 mil 906 eventos de retorno de población mexicana desde EU. De ellos, 14 mil 658 fueron mujeres (9.7%) y 116 mil 248, hombres (90.5%).
En cuanto a las peticiones de refugio, del 1 de septiembre de 2020 al 30 de junio de 2021, se recibieron a nivel nacional 44 mil 038 solicitudes para 68 mil 706 personas.
Migrantes toman un descanso para luego continuar su viaje con el objetivo de cruzar hacia Estados Unidos. Fotos: Cuartoscuro
RESCATES
De septiembre de 2020 a junio pasado, diversas autoridades federales lograron rescatar a 165 mil 556 migrantes en territorio nacional, 548 al día en promedio.
Esto, en el marco del operativo Plan de Desarrollo Fronteras Norte y Sur, que busca disminuir la comisión de ilícitos relativos al tráfico de personas, contrabando de mercancías y actividades de narcotráfico.
En nueve entidades del norte del país (Baja California, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y norte de Veracruz), elementos de la Sedena rescataron a 14 mil 213 migrantes de diversas nacionalidades. En Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas la Guardia Nacional puso a resguardo a otros tres mil 609.
Con su vigilancia en puntos de control y revisión de cruces formales e informales, así como rutas ferroviarias y estaciones migratorias en Campeche, Chiapas, Hidalgo, México, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán, la Sedena rescató a 75 mil 952 migrantes de diversas nacionalidades en tres rutas de internamiento por las zonas costa, centro y Golfo.
En tanto, la Guardia aseguró a 58 mil 980 personas migrantes en Chiapas, Tabasco, Veracruz, Oaxaca, Campeche y Quintana Roo.
SALIÓ DE TAPACHULA UNA CUARTA CARAVANA
Ayer por la mañana partió del parque central de Tapachula la cuarta caravana de migrantes en menos de 8 días. Antes de salir, elementos de la Guardia Nacional y del INM instalaron filtros alrededor de la plaza para inhibirlos, sin que dieran resultados.
Al grito de sólo queremos salir, sólo queremos salir, los migrantes se empezaron a concentrar a un costado del viejo Palacio Municipal, y luego de dos horas iniciaron a caminar.
Aunque se esperaba que el número fuera mayor a las 3 anteriores, en este momento se estiman 250 a 300 personas las que caminan, en busca del sueño americano.
La Guardia Nacional y el personal del INM se retiraron para seguirlos sobre la carretera Panamericana con rumbo a Huehuetán.
Malaquías, un migrantes de Nicaragua, mencionó que huyó de su país por la dictadura, la cual los ha dejado sin trabajo, sin libertad de expresión y la policía desaparece a los ciudadanos si uno exige sus derechos, sin embargo, en México pareciera que sucede lo mismo; los migrantes no tenemos al libre tránsito.
Desde hace dos meses llegó a la ciudad de Tapachula, y solicitó ante la ACNUR y la COMAR su estatus de refugiado, sin embargo, no le respondieron, será hasta noviembre cuando tenga una respuesta, sin embargo, no puede trabajar: “El trabajo de la construcción es mal pagado en Tapachula y quiero irme al norte de México para ganar más”.
Se le cuestionó si ha buscado trabajo y respondió que no le dan por no contar con los papeles en regla.
Yuliel, es un ciudadano cubano, quien la semana pasada había viajado en compañía de su familia a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y a pesar de que la COMAR le otorgó el estatus de refugiado, los agentes de Migración lo bajaron del autobús en que viajaba y lo obligaron a regresar a Tapachula.
Su esposa, de origen hondureña madre de 3 hijos, fue obligada a regresar a Tapachula. Si tengo papeles en regla, otorgados por la COMAR, sin embargo no fue respetado. “Busco llegar a Estados Unidos y en México no me lo permiten, acotó. En tanto camina en la caravana, para abandonar Tapachula, “donde ya no cabemos”, abemos muchos, sostuvo.
Los migrantes caminaron desde Tapachula, hasta llegar al municipio de Huixtla, donde pernoctaron y esperan continuar con la caravana este domingo.
–Gaspar Romero / Corresponsal
EN LA CAMINATA HUBO FUERZA PARA MOSTRAR ORGULLO POR COSTA RICA
A unos metros de la caseta migratoria instalada en Huehuetán, Chiapas, Freddy le pide a su hijo mayor que se enseñe la bandera.
Han caminado durante ocho horas desde Tapachula y les queda fuerza para mostrar orgullo por Costa Rica, país que no aparece en los registros del gobierno federal como una nación que aporte migrantes a México.
Los casos son excepcionales. Como el de Freddy, nicaragüense de nacimiento, con permiso de residencia en Costa Rica, pero que tuvo que abandonar ese país cuando su trabajo como infiltrado para la policía, puso en riesgo su vida.
Yo era un sapo para el Organismo de Investigación Judicial, es decir, un infiltrado en operaciones de narcotráfico y me dedicaba a grabar con cámaras escondidas la compra y venta de droga”, explica.
Bajo el alias de “Cholito”, Freddy se involucró durante dos años en operativos policiacos que derivaron en detenciones y condenas judiciales. Su trabajo, aunque implicaba riesgos, le daba para vivir, hasta que los traficantes cumplieron condenas mínimas, salieron de prisión y lo amenazaron de muerte.
Por eso vine a México, porque en Costa Rica me van a matar y en Nicaragua no se puede vivir, las protestas políticas están acabando con el país”, contó.
Pero México tampoco le pudo dar a Freddy y su familia lo que le arrebataron en Nicaragua y Costa Rica: seguridad. El 11 de agosto, cuando ingresó al país, solicitó protección del gobierno vía la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, que le dio cita hasta diciembre para revisar su caso.
Consiguió trabajo en una finca cafetalera de Huehuetén, Chiapas, pero el Instituto Nacional de Migración no le concedió permiso para salir de Tapachula, a pesar de que las 2 ciudades están a 28 kilómetros de distancia.
Freddy (de rojo) y su hijo mayor —quien carga la bandera— han caminado durante ocho horas desde Tapachula, Chiapas. Foto: Marco Silva
Desesperado, vio en la caravana una oportunidad para evadir del encierro al que lo somete la burocracia en México, y hoy camina, por segunda vez en una semana, la carretera que lo podría sacar de Chiapas.
Mi familia y yo salimos en la primera caravana del sábado pasado (28 de agosto) y a mi esposa y mi hijo menor los detuvo la Guardia Nacional el martes en la plaza de Mapastepec. A mi no me detuvieron porque nos dividimos para buscar comida y eso me salvó”.
La cuarta caravana migrante salió la madrugada de este domingo de Huixtla y espera terminar el día en Mapastepec, Chiapas.
Freddy se unió por segunda vez a esta marcha en busca de encontrarse con su esposa y su hijo menor.
Cuando fue detenida, ella fue enviada a Villahermosa, Tabasco, y obligada a firmar un documento donde promete abandonar de manera voluntaria el país en los próximos 20 días.
Cómo familia, buscaban seguridad fuera de Costa Rica. Hoy solo quieren estar juntos en algún lugar de Chiapas. Construir una nueva vida en Estados Unidos tendrá que esperar.
Fuente excelsior
-Marco Silva / enviado