Por Rafael Quintanar
Ya estamos a pocos días de qué culmine el sexenio de Morena en México, que debió de haber sido el sexenio de la izquierda mexicana.
Me parece que no hay razón para comparar este gobierno con los anteriores, toda vez que durante tantos años de lucha por defender las causas sociales, por acompañar los movimientos sociales, por la defensa de nuestros recursos naturales, por impulsar derechos de los diferentes sectores y por respeto a todas estas mujeres y hombres de la izquierda mexicana que dieron parte de su vida para poder lograr sacar del gobierno a personajes que se habían enquistado y que además buscaban profundizar en un sistema económico que atentaba contra las grandes mayorías.
Pero además, tampoco hay punto de comparación, porque siempre levantábamos la voz diciendo que los otros eran malos y que lo que hacían era incorrecto y nosotros debiéramos buscar compararnos contra gobiernos de corte social con una visión humanista, honesta, solidaria y que responda a las grandes mayorías .
Sin embargo, debemos decir gracias por lo que se hizo cuando también debemos decir con toda claridad que se pudo haber hecho mucho más y en qué fundamentamos nuestro dicho en algo muy simple cuando las encuestas te marcan que tienes más del 70% del respaldo popular pudiste generar todo un proceso de transformación social real e involucrar a todas esas mujeres y hombres que te acompañaron en la lucha social, ahora te pudieron acompañar en la transformación gubernamental, impulsando, programas y proyectos con esa fuerza moral con la que estuviste gobernando.
Lamentablemente sólo hay una oportunidad que está por terminar y dejar al siguiente gobierno todas las asignaturas pendientes en materia de educación, salud, eliminar las comisiones bancarias, desaparecer el buró de crédito por ser , el campo, la tecnología, pero sobre todo la seguridad, el arte, la cultura, la lectura y que si bien es cierto que se le apoyó a las personas con una pensión o beca económica, también les hubiéramos buscado satisfacer el conocimiento, regarles su corazón y generar un país más solidario más fraterno con una visión izquierda social del siglo XXI.