Por Rafael Quintanar

Este fin de semana leímos a través de los medios de comunicación, una preocupante noticia que tiene que ver con lo que se pudiera configurar para el futuro cercano de nuestro municipio en Benito Juárez, Cancún.

El comentario por el diputado Sanen nos deja con escalofrío al plantear la posibilidad de ser el próximo presidente municipal de Cancún.

Genero una serie de rumores donde señala que es la instrucción de la gobernadora Mara Lezama de qué todos lo tienen que apoyar, no solamente ofende, muestra el desconocimiento político y la ambición de un personaje de esta naturaleza.

El abusar de su cercanía con la gobernadora, al punto de exponerla y generar un ambiente político que va a enrarecer la estabilidad en el estado.
Es un acto de irresponsabilidad he inmadurez provocando más elementos en contra que a favor de poder ser quien pueda abanderar la guinda en el próximo proceso electoral para Benito Juárez.

Y aún más conociendo a nuestra gobernadora con todo ese tacto político, esa disciplina partidaria y su relación política con la presidenta de la República, sabe muy bien que no podría estar generando ese tipo de señales, cuando en su presentación en el Zócalo de la ciudad la presidenta de México dio a conocer sus 100 puntos. hozo énfasis en que basta con el nepotismo.

Sin embargo, está en su derecho querer ser, legalmente no hay nada que se lo impida, pero más bien nos gustaría conocer cuáles son sus aportaciones a Cancún o al estado para tener los méritos suficientes y alcanzar tan importante nominación.

Cancún ya no puede seguir siendo el laboratorio político de ningún partido porque el gran costo ocasionado ha sido enorme visto desde lo social, más allá del saqueo económico que puedan realizar.

Aquí la pregunta sería si realmente Morena va a permitir de nueva cuenta llegue alguien sin la formación, el compromiso y el conocimiento del proyecto de la cuarta transformación.

No mentir
No robar
No traicionar