• «Sí estuvieron retenidas por grupo criminal’: mamá de una de las colombianas en México y fueron dejadas en libertad en un motel
  • Colombianas desaparecidas en México La mujer contradice la versión de las autoridades de ese país, que descartaron un secuestro.

La madre de una de las ocho mujeres colombianas reportadas como desaparecidas en Tabasco. en México, contradijo a las autoridades locales y federales, pues asegura que integrantes de un grupo criminal sí mantuvieron retenidas a las jóvenes en contra de su voluntad.

“No, ellas sí estuvieron retenidas, obvio fue en contra de la voluntad de ella porque esas niñas no querían estar ahí; las tenía un grupo, no sé qué grupo, no sé, pero sé que es algo ilegal”, contó la familiar a Telereportaje XEVT y transmitido en el programa de Ciro Gómez Leyva.

La mujer señaló que durante los nueve días que estuvieron cautivas por los criminales, recibieron alimentos y un único celular que utilizaban todas para comunicarse con sus familiares, pero debían compartirlo.

“Estuvieron retenidas, les daban comida, sí, se quedaban dormidas, a ellas siempre les dieron un número (de celular) para que entre todas se lo turnaban, una cada hora lo tenían, como para poder comunicarse con nosotros”.

La madre, quien decidió omitir su identidad, describió que su hija siempre lloraba angustiada cuando le hablaba por teléfono.

Estuvieron retenidas, les daban comida, sí, se quedaban dormidas, a ellas siempre les dieron un número (de celular) para que entre todas se lo turnaban.

 “Ella me decía: mamá, estamos aburridas de estar aquí encerradas; siempre lloraban, todas las niñas al momento que charlaban con nosotros, siempre lloraban, angustiadas”, refirió.

Aseguró que fue por decisión de quienes las tenían retenidas que las liberaron, ya que les pesó la opinión pública.

“Las personas que las tenían, gracias a la presión de la opinión pública, las liberaron. Pero no hubo un rescate, eso jamás lo hicieron”.

El consulado de Colombia en México informó que una vez que la Fiscalía de Tabasco entregue a las jóvenes al Instituto Nacional de Migración (INM) serán retornadas a Colombia, donde serán recibidas por el Centro Operativo Antitrata en donde les brindarán protección a ellas y a sus familias.

Fue el pasado sábado 13 de enero cuando la Fiscalía General del Estado (FGE) de Tabasco informó que, con el apoyo del Gobierno del Estado, la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), se efectuaron operativos hasta dar con el paradero de las ocho jóvenes.

La FGE informó que, a través de trabajo de inteligencia, se ubicó a las jóvenes en un poblado del municipio de Cárdenas, en ese estado mexicano, hasta donde se trasladaron las fuerzas del orden.

En dicha zona, se hizo trabajo de campo y se obtuvo información sobre la posibilidad de que las potenciales víctimas estarían siendo llevadas con rumbo a la capital de la entidad.

«Con base a dichos datos, se logró su ubicación en un hotel de paso de la ranchería Anacleto Canabal cuarta sección, sobre la carretera Villahermosa-Cárdenas, lugar en el que fueron localizadas sanas y salvas», precisó la fiscalía local.

El caso, que saltó a medios mexicanos el viernes pasado, surgió luego que el consulado de Colombia en Cancún (estado de Quintana Roo, sureste) denunció la presunta desaparición de las mujeres tras acudir a una fiesta, el 5 de enero, en el cercano estado de Tabasco.

Un reporte de la televisora Imagen indicó que las colombianas habían sido contratadas como «escorts» (acompañantes de hombres) para asistir a la fiesta, pero una de ellas denunció que fueron retenidas y golpeadas.

Según el medio, las mujeres habrían sido obligadas por traficantes de personas, quienes les habrían quitado sus pasaportes y les exigieron pagar unos 7.000 dólares para recuperarlos (cerca de 28 millones de pesos colombianos).

¿No fue un secuestro?

Las mujeres fueron halladas el sábado pasado en la noche por autoridades de Tabasco en un motel de carretera y manifestaron que «por su voluntad permanecieron en el lugar de la fiesta hasta el día de su localización», detalló el subsecretario de Seguridad, Luis Rodríguez Bucio, durante la conferencia mañanera en Palacio Nacional.

El funcionario agregó que un audio que una de ellas envió a un familiar en Colombia, y que fue difundido por medios mexicanos que denunciaron el caso, fue grabado cuando estaba «bajo los influjos del alcohol y sentimental».

«Negaron ser retenidas o secuestradas, incluso, una de ella editó un video donde manifestó estar bajo los influjos del alcohol y sentimental cuando se comunicó con su familiar en Colombia y se dijo sorprendida al saber que las buscaban», apuntó.

Las colombianas, de entre 19 y 31 años, «negaron haber sido secuestradas o retenidas en contra de su voluntad», aclaró a la prensa el subsecretario de Seguridad.

Negaron ser retenidas o secuestradas, incluso, una de ella editó un video donde manifestó estar bajo los influjos del alcohol y sentimental.

Rodríguez Bucio aseguró que «todas (las colombianas) se dedican al servicio de acompañamiento y fueron contratadas para una fiesta privada mediante un chat». El funcionario federal aseveró que todas las colombianas «por su voluntad permanecieron en el lugar de la fiesta hasta el 13 de enero».

El funcionario detalló que siete de las mujeres quedaron a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM), que ya inició el proceso de «retorno asistido» a Colombia «por falsear su declaración de ingreso a México como turistas y realizar actividades remuneradas». Una de ellas, identificada como Xiomara «N», permanecerá en México pues cuenta con estatus de refugiada, agregó.

PUBLICADO POR EL PERIÓDICO COLOMBIANO «EL TIEMPO»