El escándalo en que se ha metido José Ramón López Beltrán, hijo del presidente de le república Andrés Manuel López Obrador, crece cada día.

Intentó aclararlo con la explicación de que trabaja como asesor legal en KEI Partners, una empresa norteamericana para desarrollo y construcción, pero esto enredó más las cosas. Da un link que lleva al sitio web de la empresa y sucede que aunque el dominio se compró hace dos años, la página en la que aparece fue creada hace dos días. Menudo enredo que provoca en lugar de aclarar las cosas.

El hijo del presidente se tardó dos semanas en contestar los señalamientos que le hicieron por tener una vida de lujos, muy alejada de la prédica de AMLO que busca una austeridad franciscana, en la que es suficiente con un par de zapatos y no tener casas ni vehículos de lujo. Pues sucede que el hijo renta y tiene casas de lujo, usa zapatos de 20 mil pesos y camionetas de las que presumen los fifís. Todo lo contrario a lo que se supone aprendió de las enseñanzas de su papá.

La empresa para la que trabaja,  KEI Partnes, puede ser «fantasma», pero destaca que es propiedad del hijo de Daniel Chávez, dueño de la cadena de hoteles Vidanta, famosa por la rapiña con la que actúa en todo el país y sobre  todo por la voracidad que tiene con los llamado tiempos compartidos, un negociazo que no ha sido tocado por la 4T, y quizá ahora entendemos por qué.

Daniel Chávez fue nombrado por López Obrador como una especie de vigilante de la  construcción del Tren Maya, para que vigilara los tiempos y calidad de construcción, lo que ha juzgar por el caos que se tiene con el tramo 5, que ha incrementado costos, cambiado rutas, gastado inútilmente en replantación de árboles, proyectos fracasados y compra obligada, una expropiación de hecho, de nuevos terrenos a hoteleros. En todo ello no se ha mencionado al empresario hotelero como partícipe en los bruscos cambios en esta ruta del tren.

El grupo Vidanta factura unos 700 millones de dólares al año en todo el país. Tiene tantos recursos que hay un teatro especial del Circu du Solei en la Riviera Maya, cuyos espectáculos utilizar para enganchar a sus clientes de tiempo compartido. El tiempo compartido ha sido denunciado como un fraude, sobre todo en los Estados Unidos, donde suman miles las denuncias por desfalcos millonarios de los que nadie de los endeudados puedes salir y a los que nunca les cumplen las cláusulas de propiedad y cada diez años tienen que volver a empezar de cero. Todo oculto en la letra chiquita , gracias al apoyo del gobierno federal y de los legisladores que se han negado a controlar este tipo de negocios.

También tiene preferencia por mano de obra ilegal de Europa del este, porque  puede controlarlos bajo amenazas de deportación y los puede empujar a cometer todo tipo de fechorías sin el menos pudor. Por eso Daniel Chávez  tiene en contra los mexicanos, porque los trata con la punta del zapato y con el menor pretexto los desplaza.

Ahora sucede que el hijo de Chávez es dueño de la empresa para la que trabaja el hijo de Andrés Manuel López Obrador en Houston, Texas. Y por los enjuagues que hicieron con la página de la empresa, al alterarla para simular labores del licenciado, es de suponer que tienen alguna relación de amistad. Lo que abre otro frente en la polémica situación en que se encuentra López Beltrán. Pues con ese tipo de amiguitos se aprende a aullar, como los lobos.

Su esposa, Carolyn Adams, que trabaja como cabildera en asuntos de energía (petróleo, gas y electricidad) por su parte explicó en redes sociales la forma en que rentaron la lujosa casa en Houston, para explicar porqué ella no sabía que el dueño era un alto funcionario de una Baker Hughes que tiene millonarios contratos con Petróleos Mexicanos. Puso los whatsapps donde un agente inmobiliario le mostró esa residencia junto con otras, sin que ella sospechara en lo mínimo quienes eran los propietarios.

También ha denunciado amenazas, que le ponen twitter «ojalá te investiguen en Estados Unidos junto con tu Sugar Baby» (refiriéndose a José Ramón como un mantenido).

El presidente dijo que no se dejará, y que fue correcto dar a conocer los ingresos de un periodista, porque lo ataca.