Por Rafael Quintanar

Los sucesos políticos actuales generan una gran expectativa, tratando de entender cuál será el futuro de Quintana Roo, preocupa mucho la relación entre el estado y la federacion cuando se pone en el tablero una jugada entre los que mueven las fichas en el mismo equipo.

El guinda por medio de su reyna a manifestado que están en la etapa de la consolidación del proyecto dentro de su equipo, dejando en claro que los aliados son precisamente eso, contrario a la princesa que prioriza a su incisión en la práctica dejando ver una campaña adelantada violatoria a toda ley.

El proyecto guinda es solo propagandístico toda vez que no están en las políticas públicas, en el ejercicio de gobierno, en los puestos claves, en la atención social.

En la visita a Quintana Roo por parte de los representantes de MORENA dejaron claro su interés en mantener guinda al estado con cuadros propios lo que se le presenta una gran tarea al heredero y poder cumplir con su paisano Rafael Marín Mollinedo quien de manera disciplinada dejó pasar una jugada y lo que en política genera facturas que pagar y están las condiciones para cobrarse cumpliendo con el mandato de la reyna de priorizar a su ejército.

Por qué sería entregar malas cuentas por parte del heredero siendo ya formalmente hombre clave en la estructura formal del guinda cediendo la estafeta a un abanderado verde.

Lo que podría poner a Ana Paty en el ámbito legislativo y a Gino en Cancún en la intención de compensar a sus aliados, la pregunta es: dejarán pasar a los morenos en la capital y en los municipios ricos del estado ?

Aunque la realidad pinta diferente dejando fuera de los gobiernos tanto estatal como municipales a todo el morenísmo de cepa afianzando al partido verde amalgamado con los que fueron los activos del priismo en su momento.

La princesa le hará caso a los consejeros del principado enfrentando a la Reyna ?

La realidad es que la reyna está urgida de dar un manotazo por que las señales que se han dejado ver últimamente es que cada quien siente tener su propio reyno, tal y como sucedió cuando le pusieron una piedra en el camino.

Es momento de salir a dar la batalla los guindas en un acto de congruencia, respeto a la confianza dada por el pueblo y por proteger a la reyna.