Por Rafael Santiago
Por negligencia de Aguakan, vecinos de la Mundo Habitatt del municipio de Playa del Carmen, se encuentran inundados de aguas negras debido a que las alcantarillas se han desbordado en las calles y casas de los colonos.
Desde muy temprano se han llevado diversas reuniones de los afectados, quienes han invitado al licenciado Gerardo Solis para que les ayude en su lucha contra la empresa particular que obtiene jugosos beneficios con la privatización de los servicios del agua, pero que deja al garete a la comunidad.
Los vecinos inconformes con el servicio que está prestando Aguakan, ven dolorosa resignación como sale materia fecal de las coladeras de sus viviendas y de las calles Cuba, Las Américas, San José, Aruba, Brazil y Costa Rica, inundando toda la colonia con la pestilencia y exponiendo todo a diversos contagios por contaminación.
El auxilio que los afectados han pedido a los medios de comunicación, es porque de parte de Aguakan no les han atendido, a pesar de los exagerados cobros por el servicio que se ha privatizado para beneficio de particulares.
La empresa Aguakan gana millones de pesos diarios. El negocio es tan jugoso, que en el 2015, es decir en el año y medio siguiente, recuperó los 1055 millones de pesos que pagó por las concesiones, lo cual puede constatarse con la calificadora Fitch Ratings (que menciona que en el 2015 tuvo ganancias de 678 millones, un 60% de lo pagado), por lo que desde abril del 2016, todo es ganancias multimillonarias garantizadas por 30 años.
Y a pesar de sus ganancias no invierte nada en beneficio de la población. En el último informe presentado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la empresa obtuvo ingresos en 2017 por más de 2 mil 335 millones de pesos. Su bonanza incluye también un adeudo, porque se supone que tenía que pagar un 10 por ciento de sus ganancias a los municipios (que en ese año era de más de 800 millones que tenía que pagar al gobierno estatal). Si juntamos los años siguientes, el monto supera con creces más de 4 mil millones de pesos.
Jorge Eduardo Ballesteros Zavala (representante legal en la firma del acuerdo de concesión), junto con los socios Jorge Eduardo Ballesteros Franco, Diego Ramos González de Castilla, Enrique Rojas Blasquez y Diego Xavier Avilés, lo único que han hecho es incrementar los precios al consumidor por el servicio de ese bien común, convertido por los gobiernos neoliberales en una mercancía.
Jorge Ballesteros Franco también integra el Consejo de Kimberly Clark (que pertenece a Claudio X. González), además de que sus empresas recibieron en el sexenio de Salinas de Gortari, el negocio de construcción de la Autopista del Sol, entre otras obras a lo largo y ancho del país. Por si todo ello fuera poco, el presidente Ernesto Zedillo lo incluyó en el Fobaproa para que su deuda privada se convirtiera en deuda pública, a través del Grupo Mexicano de Desarrollo, al que pertenece Aguakan.
Y mientras ellos ganan millones, la sociedad quintarroense, y en este caso la playense, sufre las consecuencias de las corruptelas que tiene esta empresa con los políticos que a cambio de dádivas para sus campañas políticas, la dejan hacer y deshacer, incluso inundar de heces humanas a toda la población.