Con discurso rebuscado, eslogan desgastado por el tiempo y su incumplimiento de promesas, Carlos Joaquín González rindió su quinto informe de gobierno. Destacaron compromisos olvidados y una falsa emoción que lo llevó incluso a derramar unas lágrimas. Está por demás decir que no conmovieron a nadie.
Llegó a este informe alejado de los quintanarroenses no solo metafóricamente, sino también con un cerco de vallas de dos cuadras a la redonda, donde incluso se mencionó que había colocados franco tiradores.
Para asistir al evento los invitados tuvieron que presentar una prueba de Covid-19 que les fue realizada 24 horas antes, aunque hubo quienes no presentaron su comprobante y aun así pasaron. Parte de los gastos corrieron a cargo del Gobierno del Estado, aunque para para medicamentos, personal y equipo en los hospitales no hay dinero.
Durante su discurso en el Congreso del Estado, y posterior a un video promocional de Quintana Roo, el gobernador quiso imprimirle emoción y derramó unas lágrimas que más bien representan su fracaso como gobernante, al no haber logrado el cambio que ofreció y hoy mantiene a la entidad en una situación peor que cuando llegó. Dirían en mi pueblo “lágrimas de cocodrilo”.
En el punto dos de sus objetivos que según él se planteó, al llegar al cargo mencionó, señala la necesidad de impulsar la transparencia, la rendición de cuentas y la aplicación de la ley para luchar contra la corrupción y la impunidad.
Es en su gobierno donde más impunidad ha habido, ejemplo de ello son los 36 feminicidios que se han registrado tan sólo en este año de acuerdo a la Colectiva “Siempre Unidas”, o el caso de los 80 mil expedientes rezagados en la Fiscalía General del Estado al inicio de su administración y cuyo titular, Óscar Montes de Oca, presume que ya son solo 60 mil.
Para variar está la investigación de las personas lesionadas en Cancún el 9 de noviembre de 2020, durante una manifestación derivada de violencia contra las mujeres, en la que no se sancionó a nadie y que solo quedó en el olvido con la renuncia de Alberto Capella Ibarra como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, meses después se supo que se trató de una burla por él mismo reveló que seguía en el puesto.
En el tema de impunidad no se puede hablar de avance, pues el titular de la Cojudeq, Antonio López, vivo retrato de la corrupción, se mantiene inamovible, pese a que diariamente se acumulan quejas por desvío de recursos, falta de rendición de cuentas y un gran etcétera.
Otro ejemplo es el titular de CAPA, Gerardo Mora Vallejo, pues nunca se esclareció la situación de los familiares de los tres muertos por la fuga de gases tóxicos que se registró en la colonia Payo Obispo de Chetumal en el año 2019, durante una obra de cambio de ductos de drenaje sanitario.
Impulsar la libertad para acabar con la opresión, respetar los derechos humanos y ensanchar con tolerancia los cauces de la crítica social. En este rubro se tienen casos de periodistas que han recibido llamadas de amenazas por parte del propio Carlos Joaquín, cuando publican o comparten información que no le parece, incluso los amenaza con quitar empleos o cancelar procesos de jubilación, una vez más discursos vacíos por parte del mandatario de origen yucateco.
En el punto cuatro de sus objetivos menciona “impulsar la igualdad para disminuir la discriminación, la inequidad y la exclusión, sobre todo de quienes menos tienen o de quienes sufren la violencia continua”. Solo basta recordar la escalofriante cifra citada por el diputado Hernán Villatoro Barrios de que la pobreza creció 17 puntos porcentuales del 2018 al 2020, paso de 30.2 a 47.5, con datos del Coneval.
En el punto cinco menciona “impulsar el profesionalismo y la capacitación en el servicio público para reconstruir la institucionalidad gubernamental”. Aquí solo recordarle los miles de trabajadores de la administración estatal que echó a la calle desde su llegada, para colocar a gente traída de fuera, muchos con menos preparación académica y experiencia que los desplazados.
Y así transcurrió una hora y 08 minutos entre mentiras y verdades a medias en los demás temas que informó, 38 cuartillas de rollo y 6 mil 800 palabras de acciones, que distan mucho de la realidad de los quintanarroenses, sino lo cree experiméntelo en carne propia y pregúntese: ¿vive hoy mejor que hace 5 años? La respuesta seguramente es no.
PAYO OBISPO
Si el gobernador se vio gris en este informe de gobierno peor papel hicieron los diputados, salvo Hernán Villatoro Barrios. Todos los demás se dedicaron a alabar las acciones de Carlos Joaquín, todos se vieron igual que el gobernador, muy lejos de la realidad de Quintana Roo, solo metidos en la burbuja del poder y victimas de sus intereses.
Columna de David Acosta/Capital Política