Los Legionarios de Cristo
En 1941, el cura mexicano Marcia Maciel fundó los Legionarios de Cristo, una congregación que tenía como objetivo acercar el ministerio de la Iglesia a los más jóvenes. Sin embargo, la congregación terminó siendo el espacio donde fueron abusados sexualmente cerca de 175 menores, entre los 11 y 16 años, a lo largo de cuatro décadas.
Dicha organización crecería hasta convertirse en una de las más poderosas de América Latina, y Maciel en una figura importante dentro de la Iglesia católica mexicana.
De hecho, hizo parte de la comitiva que recibió Juan Pablo II en las recordadas visitas a México en 1979 y 1993, pero no fue sino hasta 1997, durante el papado de Benedicto VXI cuando esta situación se volvió insostenible y se dieron a conocer las primeras denuncias formales de abuso, que venían resonando desde la década de los 50, en contra de Maciel y su organización.
El informe “Radiografía de ocho décadas para erradicar el abuso”, publicado por los Legionarios de Cristo en octubre de 2019, reconoce que además de los abusos perpetrados por Maciel, entre 1941 y hasta ese año, otros 90 alumnos de las escuelas y seminarios dependientes de la organización fueron abusados por 54 seminaristas, de los cuales 46 nunca llegaron a ordenarse sacerdotes.
No obstante, la congregación no sólo fue cuestionada por los abusos sexuales perpetrados por sus miembros sino también por ocultar 295 millones de dólares en paraísos fiscales, que fueron descubiertos al conocerse los Pandora Papers. Estas revelaciones sacaron a la luz el lado más oscuro de Maciel, fallecido en 2008, y de su organización, mostrados durante décadas como modelo a seguir desde los niveles más altos del Vaticano, que desde un inició estuvo al tanto de las prácticas aberrantes de la congregación.
Quién fue Marcial Maciel
Marcial Maciel originario de Cotija, Michoacán, provenía de una familia integrada en la estructura religiosa, pues tenía dos tíos abuelos maternos miembros del clero; Rafel Guizar y Valencia, quien fuera obispo de Veracruz y Antonio Guizar y Valencia, Arzobispo de Chihuahua, por lo que a su corta edad el sacerdote se mudo a la Ciudad de México para integrarse al seminario. Fue entonces cuando fundó los Misioneros del Sagrado Corazón y la Virgen de Dolores, que poco después pasarían a llamarse los Legionarios de Cristo. En 1944, recibió el orden sacerdotal en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, México y dos años más tarde se trasladó a España con el primer grupo de jóvenes mexicanos que cursó estudios humanísticos en la Universidad Pontificia de Comillas. De allí fue expulsado por motivos nunca revelados. TAMBIÉN PUEDES LEER: ¿Cuál fue la relación de Benedicto XVI con México?
A pesar de eso, sus contactos familiares le abrieron las puertas del Vaticano, donde fue recibido en 1946 por el Papa Pío XII, que ya estaba al tanto del proyecto de los Legionarios de Cristo, incluyendo la creación de escuelas y seminarios. Con el apoyo papal creó en 1950 el Centro de Estudios Superiores de la Legión de Cristo en Roma. Mientras tanto, en México, la congregación crecía a pasos agigantados, gracias a los recursos que Maciel obtenía de sus relaciones con la alta sociedad mexicana.
Encubrimientos y muerte
Marcial Maciel y el papa Juan Pablo II mantuvieron una relación estrecha desde que visitó México por primera vez, por lo que cuando comenzaron las denuncias de abuso en contra del sacerdote no hubo acciones en su contra. Fue hasta la muerte de Juan Pablo II, cuando las denuncias arreciaron hasta hacerse insoportables para el Vaticano y finalmente en 2004 ordenaron que dejara la dirección de los Legionarios de Cristo. Dos años después, en 2006, cuando Benedicto XVI ya era papa, le ordenó retirarse del sacerdocio. Marcial Maciel Degollado murió de muerte natural el 30 de enero de 2008, pero las prácticas abusivas de los Legionarios de Cristo no murieron con él, pues el informe preparado por la propia organización en 2019 para tratar de cerrar su negra historia detalló los abusos cometidos por sus sacerdotes y seminaristas.
Marcial Maciel murió sin dar cuentas sobre las acusaciones de abuso sexual en su contra
Marcial Maciel murió sin dar cuentas sobre las acusaciones de abuso sexual en su contra. Además del cura Maciel y sus 60 víctimas, otros once sacerdotes abusaron de entre dos y cinco víctimas; cinco cometieron abuso a entre seis y diez menores, un solo cura abusó de 13 niños y adolescentes, nuevo abusaron “repetidamente” de una única víctima, cuatro cometieron abuso en una sola ocasión y dos abusaron por vía virtual (sexting). En colegios de la Legión de Cristo, 33 niños y adolescentes fueron abusadas por siete sacerdotes que, asegura el informe, debieron dejar la vida sacerdotal pública. Otras tres víctimas fueron abusadas en parroquias de la congregación por igual número de curas, mientras que en el grupo pastoral juvenil un menor fue abusado por un sacerdote. De todos los abusadores, hasta hoy uno solo fue condenado, los demás no han sido procesados por diversos motivos.
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