*Entre intrigas palaciegas, el senador Ricardo Monreal navega con el viento en contra por la candidatura presidencial de Morena para 2024. “Estoy minimizado, pero no preocupado”, dice en entrevista.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El senador Ricardo Monreal Ávila comenzó el año con varias batallas… y todas dentro de su partido: Morena.
Alejado de Palacio Nacional, enfrentado con quien despacha en el Palacio de Gobierno de Veracruz y atrincherado en el Senado, el zacatecano explica las causas de su distanciamiento del presidente Andrés Manuel López Obrador, del enfrentamiento con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y sobre la lucha entre las facciones de Morena, que ha sido provocada por el anticipado proceso de sucesión rumbo a las elecciones de 2024.
Monreal, quien se reunía frecuentemente con el presidente para desayunar –el último de esos encuentros ocurrió en diciembre de 2020–, comienza la entrevista negando el distanciamiento con el mandatario federal, pero luego reconoce un alejamiento, que comenzó tras los resultados electorales adversos del 6 de junio último en la Ciudad de México.
En ese momento fue señalado como responsable del revés que sufrió la candidata de Morena, Dolores Padierna, en su bastión, la alcaldía Cuauhtémoc, donde fue jefa delegacional de 2014 a 2017.
“Nunca voy a tener una diferencia con él (presidente). Soy parte de su movimiento desde hace 24 años. No, mi alejamiento se debe a una intriga palaciega al haberme responsabilizado de la pérdida de las alcaldías de la Ciudad de México, lo que me parece injusto. Es otorgarme demasiado poder para poder decidir sobre nueve u ocho alcaldías en la Ciudad de México.
“Esa es la intriga que prosperó. Pero a mí me tiene tranquilo porque mi conciencia está limpia y mi conciencia está tranquila”, dice.
Como ocurre en cada sexenio, hay un hombre que mueve los hilos en el Senado, y Monreal es esa persona en el gobierno de la autoproclamada Cuarta Transformación. Él ha sido pieza clave en las negociaciones con la oposición para impulsar las reformas constitucionales prioritarias del presidente, debido a que Morena y sus aliados carecen de la mayoría calificada que se requiere.
Pese a ello, el legislador zacatecano no cuenta con el apoyo de López Obrador rumbo a la Presidencia en 2024; por el contrario: desde julio de 2021 el tabasqueño comenzó a desatapar a sus favoritos: Claudia Sheinbaum Pardo, Marcelo Ebrard, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma, Tatiana Clouthier y Rocío Nahle.
Tres veces diputado federal y senador, así como gobernador de Zacatecas, el actual coordinador de la bancada de Morena asegura que no le preocupa no ser un presidenciable en el tablero de Palacio Nacional, aunque admite que, al referirse a otros nombres, el presidente “los fortalece y los hace favoritos de la militancia”; en cambio a él, al no mencionarlo y al no tener una relación más directa, lo vulnera más frente a la militancia, lo que es una desventaja y, por lo tanto, lo ubica en condiciones de piso disparejo.
“Es obvio que estoy descartado desde el punto de vista de él. Si no descartado, al menos minimizado. No estoy preocupado, al contrario, frente a ese tipo de expresiones lo respeto; lo conozco bien y no me ofende, no me molesta, lo entiendo.
Texto y foto son de reportaje publicado en la edición 2358 de la revista Proceso.